Ubicada en el Mar de Irlanda, entre Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda, es un territorio dependiente de la Corona Británica, aunque en términos legales no pertenece al gobierno del Reino Unido ya que cuenta con una estructura política y judicial totalmente independiente.
Con una superficie aproximada de 48km de largo y 20 de ancho y con una población aproximada de 75.000 habitantes.